La plagiocefalia tanto congénita como posicional es la malformación asimétrica de la cabeza provocada por presiones externas del cráneo, muy maleable en los recién nacidos y lactantes. Hay que diferenciar la plagiocefalia postural de la sinostótica cuyo origen es intrínseco por el cierre aislado de alguna de las suturas de la bóveda craneal o del cierre combinado de algunas suturas de la bóveda, la cara y la base del cráneo.
La plagiocefalia puede ser causada por una serie de factores relacionados con el posicionamiento, como pueden ser un largo periodo de tiempo en la incubadora, el momento del parto, la posición en el útero o la preferencia del niño por una determinada postura para dormir. También puede ir asociada a una alteración física como la Tortícolis, en cuyo caso existe una asimetría de los músculos del cuello que flexionan la cabeza y la inclinan hacia el lado afectado, girando la cara hacia el lado opuesto. Esto obliga al niño a dormir sobre el lado afectado, lo que produce un aplanamiento de la parte posterior de la cabeza. De esta manera, adquiere una forma asimétrica que puede afectar también a la cara.
La plagiocefalia sea congénita o posicional no afecta al cerebro y no es causa de retraso mental, parálisis cerebral ni apoplejía.
Debe ser reconocida y tratada lo más precozmente posible aplicando métodos de reposición dentro de los 3 o 4 primeros meses de vida, época en la cual son altamente efectivos. En el momento en que estas técnicas hayan agotado su efectividad será necesario el tratamiento ortopédico, colocando al niño una ortesis craneal (Cranealband).